Nuestro Dios:
hacedor de todo cuánto existe, es por legítimo derecho dueño y
señor del universo entero; por eso, el salmista puede decir
qué cuánto hay en el cielo y en la tierra es propiedad de Dios, porque Dios es dueño del oro y la plata, del rubí y los diamantes y las piedras preciosas.
¿De que es Dios dueño?
Dios es el dueño de todas las cosas, incluyendo el oro y la plata. En la Biblia, por ejemplo, se menciona en el Salmo 24:1: "Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes".
Yahvé, Dios creador, es nuestro padre (Isaías 63,16) y ha querido poner a nuestra disposición sus abundantes riquezas, porque somos sus hijos; lo hace para confortarnos, proporcionándonos cuánto necesitamos para que podamos llevar una vida digna.
Lo que nos aprovecha la paz de Dios
En todas las circunstancias que nos toque vivir, nos es provechoso tener presente la bondad de nuestro padre, que conoce nuestras necesidades (Lucas 12,30). Paz y tranquilos sea que tengamos vienes en abundancia o que por el contrario suframos escasez de ello (Filipenses 4,12).
Mía es la plata, mio es el oro afirma el Señor Todopoderoso en Hageo 2:8.
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