Dios mío declara lo bueno para mí, Miqueas 6-8

Dios mio, a ti te pido en tu infinita misericordia, que declares cosas buenas para mi vida, quiero ser un instrumento para ti.

Miqueas 6:8

"¡ Ho, Dios de mi vida!, porque no declaras lo bueno para mí"

Si leemos el capítulo 6 completo de Miqueas, podremos encontrar dos cosas importantes que acontecen.

1. Una controversia entre Dios y su pueblo Israel. Con preguntas y respuestas asia si mismo.
2. Lo que pide Jehová a su pueblo y lo que le aclara.

Dios le dice que él le declaró a su pueblo lo oculto y le mostró el camino para que no estuvieran más en esclavitud, como cuando estaban en Egipto.

"La discusión que declara entre Dios y su pueblo Israel"

Jehová Dios le dice a su pueblo, que se pare y que discuta con los monte y que se escuche asta lo más lejos en la tierra su discusión con los monte.

Pero al mismo tiempo Dios le declara a los monte y a los confines de la tierra, que oigan la contienda que tiene él con su pueblo.

Dice Jehová a su pueblo: 3 Pueblo mío, ¿Que te he hecho, o en qué te he molestado? 4 Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de servidumbre te redimí; y envie delante de ti a Moisés, Aaron y a María.

Dios les está aclarado al pueblo lo que hizo por su pueblo en los tiempo de la esclavitud en Egipto y a quién envío para que fueran liberados de esa opresión.

"Lo que pide Jehová a su pueblo como aclaración"

El pueblo se cuestiona así mismo sobre que le daría a Jehová. Que podría darle que le sea de agrado a Jehová.

¿Daré yo mi oveja joven, o mis cosechas primeras, que puedo dar yo delante de su presencia?. ¿Daré a mi primogénito como ofrenda?.

Eso es el pueblo tratando de declarar le a Jehová que temen a su nombre.

"Dios declara castigo a su pueblo"

Dice Jehová: 8 Oh hombre, él te a declarado lo que es bueno, y que pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y tener misericordia y humillarte delante tu Dios. 9 La voz de Jehová clama a la ciudad; es sabio temer a tu nombre. Prestad atención al castigo, y a quién lo ha establecido.

Luego fueron declarados los castigo que fue puesto al pueblo por alejar su vista de Jehová y de hacer lo malo delante de su presencia.

Le declaró que aunque sembrare y se dieran los frutos, no lo podrían comer, aunque su ganado estuviese gordo no daría leche. Comerás y no te saciaras, recogerás más no salvarás y lo que salvaré lo entregaré yo a espada.