1 Timoteo 6: 11-12. Hombre de Dios. porque somos hombre de fe, hombres de batalla, realmente hombres de Dios.
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| Timoteo 6_11-12 |
Dios nos insta a pelear la nueva batalla
Hoy quiero compartir contigo un mensaje inspirado en un hermoso versículo bíblico. En 1 Timoteo 6:11-12, se nos insta a seguir una vida de rectitud y fe, y me encantaría animarte a hacer lo mismo:
"Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas,
y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia,
la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de
la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo
hecho la buena profesión delante de muchos testigos."
Estas palabras son una guía valiosa para nuestra
jornada espiritual. Primero, se nos anima a alejarnos de las
cosas que nos desvían del camino correcto. En cambio, debemos
perseguir la justicia y la piedad, teniendo fe en Dios y
demostrando amor, paciencia y mansedumbre en nuestras
interacciones con los demás.
Además, se nos exhorta a pelear la buena batalla
de la fe. En el transcurso de nuestra vida, encontraremos
desafíos y obstáculos, pero no debemos desfallecer. Al
contrario, debemos aferrarnos a la vida eterna que Dios nos ha
prometido y mantenernos firmes en nuestra fe, recordando la
profesión que hemos hecho ante otros creyentes.
Más tú, oh hombre de Dios, huye de estás cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la Mansedumbre.
Pelear la nueva Batalla
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida
eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la
buena profesión delante de muchos testigos.
El hombre de Dios no puede retroceder ni para coger impulso,
si caes 5 veces pues 7 veces se tiene que levantar, seguir el
camino que se traza en su vida, pero bajo la
cobertura de Jehová Dios.
Sin su Espíritu Santo no llegaremos ni muy lejos ni
muy cerca sino que daríamos vuelta en
círculo porque el Espíritu Santo es que nos llena
de todo entendimiento.
Así que te animo a que, día a día,
busques la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia y
la mansedumbre.
No te desanimes en las dificultades, sino confía en la promesa de vida eterna que Dios ha puesto delante de ti. Recuerda que no estás solo/a en esta lucha, ya que Dios está contigo en todo momento.
Que este mensaje te inspire a seguir el camino
que Dios ha trazado para ti, y que encuentres fuerza y
consuelo en Su amor y gracia.
Bendiciones abundantes.
