Cuando los astrólogos o astrónomos miran el cielo no lo ven como lo vemos nosotros.
Nosotros solemos mirar al cielo y deducir, si, el día está soliado, sino está nublado quizás va llover. Aveces la pegamos pero siempre nos equivocamos.
Y suena la frase; el día más soliado llueve, porque no sabemos de meteorología.
Los astrónomos aprecian las constelaciones, aprecian las estrellas y los planetas y lo hacen por que saben más, conocen más y ven más, porque estudiaron para eso.
¿Y que diremos de los verdaderos músicos?
Cuando los músicos escuchan una sinfonía, dicen; ¡¡uun mira los acordes la melodía, me canta ese acorde, esa instrumentación mmm, eso es un saxo tenor.!!!
El que no sabe de música escucha ruido, bom,bom,bom.
Y de ahí no lo sacan, pero el músico oye más, porque conoce más, porque sabe más. Mientras más sepas más conocerás.
Los samaritanos adoraban Dios:
Piensa en lo que Jesús le dijo a la mujer samaritana cuando sacaba agua del poso.
Ahora ustedes adoran lo que no conocen, ustedes los samaritanos saben muy poco de aquel a quien adoran.
Los samaritanos estaban adorando a Dios, pero lo asían sin mente, sin conocimiento. Y cuando uno adora con ignorancia, la adoración está vacía.
Dios no quiere que solo le adoremos, él quiere que sepamos porque estamos adorando. Sino es como adorábamos cuando eramos niños, que seguíamos el coro porque solo sabíamos eso, pero no sabíamos porque lo estábamos haciendo sin el pleno conocimiento.
Era como cantar el himno nacional que ya en la tercera estrofa queríamos terminal y punto.
Vamos repitiendo lo mismo que se proyectaba en la pantalla de la Iglesia. Pero nuestra adoración está vacía. Algunos ni saben porque están adorando.
Si Dios interrumpiera el canto, y Dios algunos le preguntara ¿porque estas haciendo eso? No sabrían que decir, se quedarían mudo.
Juan 4:24.
Y Juan 4:24 dice Dios es espíritu y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
En verdad con pleno conocimiento, osea conociendo, entonces nosotros solemos pensar que lo espiritual y lo intelectual son mutuamente excluyentes, que si uno es muy intelectual, ¡¡mmm la letra mata, te quita la unción, nooo!!.
Pero la calidad de la adoración depende de la cantidad de conocimiento.
Cuando te enamoras de alguien que dice me enamore a primera vista, eso es mentira, es un impacto a primera vista. Te gustó, si, pero eso no te enamora. Cuando empiezas a conocer más, te vas enamorado, mientras más sepamos más motivos tendremos para amar y adorar.
Mientras más aprendemos más adoramos, la mente y el alma no son enemigas, son aliadas. Yo opino que no se puede ser espiritual sin ser intelectual. Y tampoco creo que se pueda ser intelectual sin ser espiritual.
Porque al mismo tiempo que uno expande la mente, se expande el alma, se expande el corazón.
El amor es ciego:
¡¡Nooo!!, el amor no es ciego, y lo siento a los que están casados muchos años ya. Pero el amor no es ciego.
No podemos amar de verdad lo que no conocemos, eso se llama ignorancia.
Mientras menos conozcamos de Dios menos lo vamos amar, mientras más lo conozcamos más nos enamoramos de Dios, ¿por que? Porque conocerlo es amarlo y si no lo amas es porque no lo conoces.
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