A veces hay momentos en los cuales deseas estar solo o sola, y no quieres
estar con nadie. Quizás te sientes mejor aislado de los demás, pero no es
la mejor solución, porque la soledad puede ha
serte pensar cosas que no deberías.
Una vez estando en el terreno de la soledad, te causara mas
depresión que la que a sentido, pensaras que no eres nadie y que tu
vida no vale nada. Dios es el único que puede quitar todo eso de tu
vida y darte una nueva oportunidad para que no pierdas las esperanza de
seguir adelante.
En momentos difíciles recordemos que la luz siempre sigue a la oscuridad.
Aunque ahora el peso parezca abrumador, cada día es una oportunidad para la
esperanza y la renovación. Vuestra fuerza interna no viene de nosotros,
viene de parte de Dios y su Espíritu Santo que es más grande de lo que
imaginamos.
y el amor que merecemos está a nuestro alcance, e el amor de Dios. Conectate
con aquellos que te apoyan, buscando ayuda cuando sea necesario en
familiares y amigos.
La vida es un viaje lleno de altibajos, y cada desafío superado nos
fortalece. Celebrad pequeños logros, encontrad belleza en lo cotidiano y
recordad que eres valiosos o valiosas. La esperanza nunca desaparece,
incluso en las noches más oscuras.
